miércoles, 25 de noviembre de 2015

Tarjeta Otoñal

¿Qué hacer con pedacitos pequeños de cartulina que da pena tirar?

Pues la segunda de la regla de las tres R: Reducir, Reutilizar, Reciclar.

Y es lo que yo he hecho para crear esta tarjeta: Reutilizar trocitos viejos de cartulina.

Una base, cinta, una troqueladora y un poco de imaginación dan un resultado magnífico.


Con una paleta de colores de lo más otoñal, la superposición de hojas da más tridimensionalidad al conjunto.



Y me encantan las lazadas. Siempre quedan bien.


Así que no tiréis nada. Podéis crear cosas maravillosas corticheando un poco.

Hasta pronto.

Cajitas Decoradas con Chalk Paint

Seguro que ya conocéis la pintura efecto tiza (Chalk Paint).

Para quien no, decir que es una pintura de acabado extra mate, alto poder cubriente y que se usa en restauración y decoración por sus maravillosos efectos y acabados.

Y podría liarme aquí soltando una parrafada pero, como para muestra un botón, prefiero mostrar un paso a paso de cómo realicé estas hermosas cajitas.


He pintado unas cajitas de madera, pero este tipo de pintura se puede aplicar sobre superficies diversas.

Lo primero es lijar un poco para eliminar imperfecciones que hagan que el tacto de la caja no sea suave.

Para dar un aspecto envejecido, primero se aplica un tono oscuro de Chalk Paint. No es necesario diluir el producto, y el secado es muy rápido.

Posteriormente al secado, se aplica una capa de cera incolora. Esto permitirá que la pintura con la que se cubra la base oscura no agarre del todo y se pueda proceder a su arrastre para dar el efecto envejecido.

Se aplica entonces otra capa de Chalk Paint en tono ocre (muy de moda este otoño).


 Y ahora llega el momento de desgastar los cantos de la caja frotando con estropajos y papel de lija. No hay que obsesionarse mucho con este paso porque cuanto peor se haga mejor será el resultado.

Como yo apliqué cera por toda la caja, he podido hacer también algunos arrastres en los laterales.

Para terminar con el exterior, se procede a pegar una lámina decorativa en la parte superior (y digo lámina porque no es papel de decoupage, aunque la técnica sea la misma).


El interior se forra con el mismo motivo usando cola para papel, que protegerá la superficie.


Por último, y después de haber encerado el exterior de la caja  para dar un acabado satinado y suave, se pega en la base un tapete de fieltro negro.


Han sido dos las cajitas que he decorado y, a mi parecer, con un grado de dificultad mínimo. Eso sí, un poco de paciencia no viene mal.



Para adornar los cierres, se han realizado tarjetas con el papel usado en el sobre y el interior.



El resultado me ha encantado, no es difícil y esmuy gratificante crear cosas tan bonitas.

Espero que os animéis a probar.

Hasta pronto.

Más Rotuladores de Tiza

Sigo sacándole provecho a mis rotuladores de tiza.

Esta vez he pintado el cristal de la ventana de la cocina . . .


La hora de preparar el desayuno nunca fue tan divertida . . .   Ni colorida.

Hasta pronto.