domingo, 16 de octubre de 2011

Con una Lata y Lápices Viejos

Ya sabemos que todo tiene un final, pero no siempre tiene que ser el que se supone desde su origen.

Cuando las cosas pierden su utilidad no hace falta que sean desechados, sino que se les puede dar una utilidad totalmente nueva.

Y eso es lo que ha ocurrido con esta vieja lata de tomate frito, unos lápices usados (de esos que dejas de usar porque te duelen los dedos al cogerlos), y unos papeles, lazo y cola termofusible:



Todos juntos se han convertido en un original lapicero...



Y la verdad es que no ha sido difícil:
  • Lo primero es dejar bien limpia la lata, no sea que cuando tengamos los bolígrafos dentro empiecen a salirnos cucudrulos de ahí.
  • Para forrar la lata he usado cartón corrugado negro que tenía guardado de una manualidad anterior. La plantilla la puedes hacer deslizando la lata sobre un trozo de papel y marcando con un lápiz. Asegúrate de que haces la plantilla de manera que no solape el papel, ya que es muy grueso y podría afear el trabajo. Después traslada la plantilla al cartón corrugado y fija éste a la lata con cola termofusible.
  • Lo anterior era lo más difícil, porque ahora solo queda colocar el lazo y pegar los lápices con la pistola de cola donde más te guste.
Ahora inténtalo tú con tus latas o dale nueva vida a lo que creas que ya no vale.

Hasta pronto.

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