El hijo de mi amiga María, Nicolás, celebró su Primera Comunión este año.
Es un niño muy lindo y le gusta hacer dibujitos y guardar recortes.
Así que cuando su madre me pidió un álbum para él, me pareció perfecto. Así podría guardar los recuerdos de su Primera Comunión.
Es una álbum menos historiado que el de una niña (cualquiera le pone un moñito al álbum de un niño), pero tiene un toque vintage que lo hace único.
Además, también está lleno de detalles (tanto el interior como el exterior).
Hasta pronto.
Es el album de comunión más ingenioso que he visto. Ya estaba cansada de tantos iguales.
ResponderEliminarEspero que para el próximo mayo tenga la ocasión de poder encargarte uno.