En mi cumpleaños preparé una tarta con lemon Curd que podía comer mi hermano Víctor (intolerante a la lactosa).
Y digo esto porque el lemon curd es una especie de crema, similar a una natilla pero de limón, que se hace con mantequilla.
El caso, que aquí dejo la receta para que todo aquel que no pueda o no quiera tomar mantequilla la utilice.
En un bol, al baño María, se pone el zumo (en el que se habrá disuelto la cucharada de Maizena) con la ralladura de limón, el azúcar y la margarina.
Cuando se funda la margarina y esté todo mezclado, se añaden los huevos batidos y comienza la maratón:
- Hay que estar moviendo sin parar hasta que espese. Aunque en todas las recetas diga que es cuestión de 10 minutos (mentira, yo paré a los 30 minutos exhausta), es un rato pelín incómodo.
Cuando esté listo, se deja enfriar y se enfrasca para almacenarlo en el frigorífico. Es mejor poner un pedazo de film transparente cubriendo la superficie para que no se reseque y deje costra.
Aunque parezca que no, la mezcla espesa un poco más al enfriar. Una diferencia que se puede encontrar en este Lemon Curd sin Lactosa es que es más brillante y ligero que el original.
Y este lemon curd, a parte de para la tarta de mi cumpleaños, lo utilice para decorar unos mini cupcakes de chocolate que preparé para regalarle a mi amigo Raúl en su cumpleaños (el regalo era un kit de desayuno, pero las mini cupcakes le iban que ni pintadas).
El empaquetado lo realice en celofan para que se viera el montaje (hay veces que el interior decora más que el propio papel).
Y no podía faltar una pequeña tarjeta para que firmáramos todos los implicados.
Hasta pronto.
Buenísimo el detalle de la mantequilla sin lactosa. Tomo nota para hacerlo.
ResponderEliminarMe gusta la idea del celofan. Llevas razón, hay veces en las que interesa que se vea lo que hay dentro del paquetito. Lo hace más decorativo.
ResponderEliminar