Cada vez es más frecuente que, cuando se contrata un catering para una boda, no venga acompañado de la tarta sino de un postre.
Es lo que le ocurría a Rocío, pero ella quería tener tarta para hacer el tradicional corte de la misma.
Así que con unas directrices muy claras, que tuviera flores como las de su ramo de novia, me puse manos a la obra.
Me encantó el resultado y a la pareja también.
El montaje incluía un monograma con las iniciales de los novios.
Un bouquet de flores como el del ramo de la novia (peonías, rosas de pitiminí, hortensias . . . ).
Y una superficie blanca y pulida en la que destacaba un gofrado de flores.
Todo en tonos malva, rosa y verde.
Además, una lazada imitando tejido rústico remataba la base de la tarta.
Me alegra que les gustase.
Hasta pronto.
Que cosa más bonita!!! y que detalles las flores
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